El organismo de Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA) lanzó una serie de recomendaciones para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos.

Con la llegada de la Semana Santa y las celebraciones de Pascua, el consumo de alimentos como pescados y huevos de chocolate aumenta significativamente. La directora técnica operativa del CIPPA, Ana Bogado, señaló que: “la producción de alimentos derivados de la pesca es compleja debido a la gran cantidad de especies que se comercializan y a los peligros que pueden presentar para el consumidor. Es fundamental prestar atención a los indicadores que pueden señalar que los alimentos no se encuentran en buen estado”.

Sobre el pescado fresco se indica que puede tener un ligero olor a pescado, pero nunca intenso. Los ojos deben estar siempre brillantes, no hundidos. Las agallas rojas, las escamas adheridas al cuerpo y su carne firme. La pigmentación viva y brillante. La columna vertebral firmemente adherida a los músculos.

Los pescados y mariscos congelados no debe presentar signos de escarcha o cristales de hielo en el envase. Mientras que, el pescado en conserva, las latas no deben presentar abolladuras, ni pueden estar hinchadas u oxidadas. Deben tener en cuenta los rótulos, procedencia y fecha de vencimiento.

Al momento de la preparación, separar los pescados y mariscos crudos de aquellos listos para consumir. Lavar las tablas de cortar, los platos, los utensilios y superficies de trabajo con agua caliente y detergente después de estar en contacto con pescados crudos. Cocinar el pescado completamente, hasta que al cortarlo presente una coloración blanca leche opaco. Los moluscos bivalvos cocinarlos hasta que se abran, lo cual es señal de que están bien cocidos. Consumir lo antes posible y no dejar enfriar a temperatura ambiente.